En la rutina de laboratorios de alta complejidad, la ultracentrifugación es una herramienta vital que conlleva desafíos operativos significativos. Cuando un rotor alcanza velocidades de hasta 75.000 RPM, genera una energía cinética inmensa. En este escenario, la seguridad deja de ser un accesorio para convertirse en el corazón del diseño del equipo.
1. El Papel Crítico del Vacío Inferior a 4 Pascal
A velocidades ultra elevadas, la fricción entre el rotor y las moléculas de aire generaría un calor extremo capaz de destruir muestras sensibles. La tecnología de vacío resuelve esto:
- Estabilidad Térmica: Al eliminar el aire, se elimina la fricción, permitiendo que la refrigeración mantenga la muestra intacta.
- Eficiencia de Giro: El motor trabaja con menos resistencia, alcanzando RCFs de hasta 459.078 xg con precisión absoluta.
2. Inteligencia de Hardware: Reconocimiento de Rotor
Las ultracentrífugas modernas utilizan sensores de Reconocimiento Automático. Tan pronto como se inserta el rotor, el equipo identifica el modelo y limita electrónicamente la rotación máxima, previniendo fallas por fatiga de material.
3. Bioseguridad con Tapas Bio Safety
Las tapas Bio Safety (disponibles en rotores de titanio y duraluminio) están herméticamente selladas y certificadas para garantizar que ningún material biológico escape al entorno del laboratorio, incluso en caso de falla de un tubo.
Biosystems ofrece la línea completa de Ultracentrífugas Vision, integrando todas las capas de protección necesarias para su investigación.